En la nueva sección que inauguramos hoy, un jugador de las mayores (en este caso la cuarta) nos dejara las sensaciones que le dejo el ultimo partido.
Hoy Patricio Caruso, lateral y central en la cuarta caballeros nos deja sus comentarios del ultimo partido vs Náutico Zárate. Estas son sus palabras:
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Patricio Caruso |
“Hoy no regalamos nada” entre tantas frases esa fue la que sobrevoló en la arenga inicial, aquella frase que estaba implícita en la entrada en calor y que caminó junto a nosotros al vestuario. Pues el partido con Chacarita estuvo presente en todo momento, el sabor amargo de jugar caminando, de sentirse derrotados por nosotros mismos, de no hacerle honor a la camiseta, al compañerismo y mucho menos a la localia vienen siendo ideas de peso para nuestro queridísimo Platense “C”.
Feo es perder, sin ninguna duda; pero la sensación más extraña que nos dio el deporte, después de unos cuantos años de haberlo practicado fue, claramente, la de sentirnos mal habiendo ganado. Sentirse perdedores, pero con los tres puntos en el bolsillo. Desde ya la experiencia siendo locales en esta división no nos traía los mejores recuerdos.
Como se nos está haciendo costumbre, una sana costumbre, no hubo mejor coordinación para hacer goles que no fuera defender con tranquilidad mental y astucia física. Las faltas técnicas de los visitantes no tardarían en llegar y así fue. No conocimos nuestro ataque posicional, sino entrados los 5 minutos de partido, donde todo era defender y correr los 40 metros que nos separan del arco a vencer.
La diferencia en el tanteador llegó rápido, ya en los primeros minutos supimos imponernos en los números; pero estaba claro que nuestro interés en el juego no pasaría por ahí. Entre las principales falencias volvimos a recaer en el facilismo a la hora de atacar, volvimos a preferir el pase al pivot solo, (y no por un desmarque) en vez de un ataque elaborado. Llegando a la mitad del primer tiempo ya estábamos con 6 goles de diferencia a nuestro favor, algo que nos viene pasando, no graficaban la superioridad impuesta dentro de la cancha.
Nos fuimos al descanso 8 goles arriba, sabiendo que habíamos fallado mucho al arco y nuestro manejo del ataque no era tan bueno como sabíamos, podía serlo.
La diferencia le dio tranquilidad al cuerpo técnico para rotar al banco de forma completa. Todos, menos nuestro superlativo arquero titular, que se encontraba “semi-disponible” tuvieron sus minutos de cancha.
El segundo tiempo nos confirió esa difícil tarea de estar ganando y no saberlo, o mejor dicho, no querer saberlo. Necesitamos aprender a jugar estando cómodos con el marcador y el partido; y seguir jugando con la misma intensidad y corazonada que en los partidos que está para cualquiera de los dos.
Jugadores que entraban y salían de la cancha para oxigenar el equipo. Una defensa 3-2-1 similar a la del primer tiempo, pocas exclusiones (1 sola) completaron los datos importantes del segundo tiempo, donde se mejoró la definición al arco y se vieron (a cuenta gotas) ataques más elaborados. Para destacar los últimos 5 minutos, donde lejos de caminar, el equipo siguió corriendo la cancha, juveniles a la cabeza, le dieron el ejemplo a los más grandes. Vale aclarar que el resultado final 40-24, no terminó de consolidarse hasta los últimos minutos, donde nuestro equipo aumentó ampliamente la diferencia trabajada en el resto del partido.
Así se fue una victoria más, entre satisfacción y felicidad por haber cumplido con la gente, respetado a los compañeros y al cuerpo técnico. Cosas que suelen pasar cuando se te dan los conceptos trabajados en la semana.
Mis felicitaciones a Náutico Zarate que mostró jugadores interesantes, aunque con poco recambio, supo disimular las diferencias técnicas de ambos equipos.
Lo mejor:
-En los primeros minutos llovieron goles del extremo derecho, Leonardo Garnica; sorprendió a más de uno después de múltiples aciertos. “no tires, no tires, ¡goool! bueno tira”
-El juvenil Hernán Meza, volvió al nivel que supo mostrar en divisiones inferiores, velocidad, cambios de dirección, juntar y soltar; cuando es capaz de incrustar sus habilidades en el marco del funcionamiento grupal se transforma en un jugador con mucho para aportarle a este equipo.
-El funcionamiento defensivo, sin duda fue la mayor y mejor fuente de gol.
Lo peor:
-Lo malo de tener jugadores excelentes es que cuando no están lo notas. Eso mismo pasó en el arco con la ausencia del lesionado Hugo Quinteros.
-Los errores a la hora de atacar siguen siendo un factor de preocupación. Lentamente se va dejando atrás el fantasma de la sosobra, pero todavía no se llegan a las mejores opciones de lanzamiento y la circulación de pelota es muy lenta.
Muchas Gracias Patricio