viernes, 13 de noviembre de 2015

Platense es de Primera


El silbato del final llenó de aplausos el gimnasio. Sin embargo, resultó un festejo sereno para la circunstancia. Quizás porque los momentos de tensión e incertidumbre, de pensar seriamente que el partido se podía perder y de que había que empezar a hacer cuentas ya habían pasado. El grito salvaje, de desahogo, había llegado en realidad unos pocos minutos antes, cuando entre César Rasgido y Santiago Fernández juntaron marcas para que el junior Alejo Bruera Vidal arremetiera como un tren en el callejón entre dos y tres y clavara un 23-20 que empezó a definir el partido. Y el ascenso para PlatensePlatense es de Primera.

Un ascenso que se dio en forma relativamente natural en estas primeras nueve fechas del torneo Clausura (2 jornadas antes del final con ocho victorias y una derrota por un solo gol), a pesar de ciertas dudas que se habían generado en el cierre del Apertura. Cierto es que el panorama estaba lejos de ser alentador: entre el retiro de jugadores importantes, otros lesionados, algunos de gravedad, y refuerzos que no llegaron un rápido regreso a Primera se presentaba con un signo de interrogación. 

Sin embargo, el equipo estuvo a la altura de las circunstancias. En el arco, el retorno de Tomás Persuh en alternancia con el junior Iván Quiroga siempre dieron respuestas. En la primera línea, Fernández estuvo lejos de defraudar en su regreso, Santiago Romero consolidó su labor como central y Rasgido confirmó otra vez su vigencia como líder deportivo y espiritual del plantel; como lanzadores, Mariano Torea cumplió con las expectativas con una buena cantidad de minutos en cancha, y Augusto Garófalo mostró un gran crecimiento en carácter tanto en defensa como en ataque. 

Todos los nombres fueron importantes. Con el pivot Nahuel Dacri también lesionado, Gonzalo Carballeda volvió a cumplir en el juego áspero y el retornado Damián Codino (luego de una lesión de ...¡dos años!) se consolidó con una gran tarea en ambas áreas. Hernán Garbarino, como extremo o armador y Agustín Ruiz, con su físico jaqueado, también cumplieron cuando les tocó entrar, al igual que Andrés Coles, otro regreso esperado después de largas...¡¡¡lesiones!!!

Queda el párrafo final para los jugadores más jóvenes, la gran apuesta de Platense de cara al futuro. Fernando Laya, en su segundo año de Mayores, demostró que puede manejar los conceptos de un extremo izquierdo "en serio" y una alta eficacia con múltiples recursos en el contragolpe. Entre los Juniors, a los ya citados Bruera, Quiroga y Garófalo se le suma Hernán Meza, mucho más estable emocionalmente y con gran concepto de juego, y Sean Corning, junior de primer año, con ya dos temporadas  enteras jugando en Cuarta categoría y este año completo en Mayores. 

Fue precisamente Corning el que, junto a la gran noche de Persuh en el arco, logró mantener a Platense a tiro frente a Dorrego B. Durante 55 minutos, Platense luchó contra la corriente frente a un Dorrego que siempre se las ingenió para colocarse dos goles al frente ni bien le empataban. En el segundo tiempo, un gol tras otro de Corning desde el extremo derecho, la buena marca sobre el armador visitante y un cierre a todo gol frente a la rendición de Dorrego, terminaron de armar el 28-23 final que, con una combinación de otros resultados, aseguraron el ascenso para Platense. Con una serena alegría, con la tranquilidad de saber que Platense sí es de Primera.


PRÓXIMA FECHA CONTRA AFALP, DOMINGO 15 a las  18hs en PLATENSE. ESPERAMOS A TODA LA FAMILIA CALAMAR Y DE PLATENSE HANDBALL PARA FESTEJAR EL ASCENSO DE NUESTRO EQUIPO !!! 

miércoles, 22 de julio de 2015

Por qué Platense es de Primera



Primera Caballeros Platense Handball, Campeonato Apertura 2015


Con 45 segundos para que termine el partido, el penal a favor estando un gol abajo era el último resquicio de esperanza para evitar el descenso. Lo atajó. El arquero lo atajó. Se acabó… Descendió Platense.

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 Lejos de dramatizar, no son pocos los allegados que creen que este es un momento de refundación de la división mayor de Caballeros de Platense Handball. Tampoco una píldora dorada o un exceso de romanticismo. Hay elementos objetivos que permiten avizorar un corto y mediano plazo razonablemente exitoso desde lo deportivo, robusto desde el seno de lo institucional y expectante en lo que se refiere a las nuevas generaciones de deportistas. 

Si nos referimos exclusivamente a lo deportivo, Platense no descendió porque se falló el penal. El descenso llegó mucho tiempo antes. Ya en 2014 había comenzado la primera ola de un cambio generacional que aun no ha concluido. Jugadores de larga tradición en la historia de Escuela 8 – Asturiano – Platense comenzaron a colgar los botines, y otros que habían llegado para transitar sus últimos años de vida deportiva también estaban comenzando a alejarse. En el torneo Apertura de ese año Platense logró mantener la categoría en la última fecha. Un gran alivio. Pero que derivó en una campaña pobre en el Clausura (culminó último), con jugadores que terminaron el año con una baja moral por la acumulación de derrotas y un público (seguidor como pocos) también algo cansado al no verse recomnpensada tanta entrega y apoyo al equipo mayor. 

El inicio de este año trajo la segunda ola de la transición entre generaciones. Con nuevo entrenador, Juan Jung, el bagaje técnico estaba fuera de discusión. Y tuvo ante sí la gran tarea de mantener a flote a un grupo que estaba en constante cambio y con limitaciones cada vez más obvias. Como ejemplos, de las cuatro “torres”que en el Apertura 2014 componían la primera línea defensiva sólo quedó César Rasgido, el alma y corazón de este equipo y de Platense Handball; la grave lesión en la rodilla derecha del Gallego Vázquez, quizás el mejor lanzador del grupo; el retiro de Miguel Herrera (38 años) y la carencia de un solo arquero suplente; ante la falta de un pivot natural de envergadura, Damián Codino debutó en Primera luego de dos años por lesión y alejamiento, y que también tuvo que jugar de arquero (!!!) en algún partido por exclusión de Herrera. 

Con esas particularidades como marco, lo que ocurrió en los 13 partidos del Apertura 2015 tuvieron una relación directa: fue un sube y baja sin fin. Partidos extraordinarios frente a rivales encaramados en la tabla (Argentinos) se intercalaban con derrotas poco lógicas, frente a rivales que no eran superiores a Platense. Si bien casi ningún rival lo “aplastó” quizás la causa de ese desempeño errático sea lo que, paradójicamente, haga resurgir a Platense en el próximo torneo de Segunda División: la falta de madurez de un equipo que en este año ha recibido lecciones que debería procesar y aplicar sus enseñanzas para entender cómo cerrar un partido, cómo sobreponerse tanto a la ansiedad como a la frustración y cómo crecer como grupo tanto en la victoria como en la derrota.

Los motivos de esperanza son varios. Pero el más importante pasa por la juventud y el potencial que reside en el mismo plantel: son 6 los juniors que integran el equipo, corto ya de por sí: Augusto Garófalo, consolidado como lateral derecho, integra la primera línea de ataque del equipo Junior junto a Hernán Meza y Alejo Buera Vidal, que ya han tenido minutos valiosos en esta primera parte del año; Iván Quiroga ocupó el lugar dejado por Herrera con gran solvencia para su edad, al que lo secunda Tomás Persuh, siempre rendidor en su regreso al club; y Matías López, Junior de primer año de 1,96 metros de altura y con proyección. La “joya” del equipo probablemente sea Sean Corning, otro Junior de 19 años, goleador con gran técnica desde el extremo derecho. De ellos se van a esperar más minutos en cancha y esa cuota de “crecimiento acelerado” para que la juventud no se convierta en pecado sino en una vigorosa presencia en cancha con el capital acumulado en los últimos meses y frente a rivales de menor jerarquía a los de Primera División, en términos generales. 

 No van a estar solos: César Rasgido seguirá acompañando el crecimiento de todos ellos al menos durante de torneo Clausura. Otros jugadores experimentados tienen la gran oportunidad de reconfirmar su valía y erigirse en pilares en las dos áreas cuando el equipo lo precise. También hay regresos: Santiago Fernández, luego de su valioso paso por Liga y en gran estado físico, puede ser la clave en el desempeño del equipo y se espera que al menos dos jugadores con pocos minutos en equipos de la división mayor se sumen al plantel. 

 En definitiva, lo que pudo ser una gran alegría de mantener la categoría, quizás (no lo sabemos, pero ya lo vivimos el año pasado), podría transformarse en una nueva frustración en la segunda etapa del año. No es conformismo, pero algunas veces es preciso “achicarse” un poco para despegar con más fuerza. Quizás este sea el momento. Con buenos jugadores, con muchos juniors haciendo sus primeras experiencias pero defintivamente aportando al resultado del equipo, y con un cuerpo técnico e institucional (padres, jugadores de inferiores, dirigentes) muy consustanciados no sólo con el “vamos a volveeer…” sino con el crecimiento deportivo de Platense Handball en todas sus ramas, el regreso “recargado” a Primera es cada vez más posible.

lunes, 22 de junio de 2015

El clásico volvió a Vicente López

Partido tremendo. De lo más apasionante que se haya visto en los últimos tiempos en este lado de Vicente López. Primero por la extraordinaria demostración de buen juego que llegó a humillar a uno de los más firmes candidatos al ascenso durante casi 50 minutos. Y luego por el orgullo del rival que se jugó a matar o morir en los diez finales. Murió, porque matemáticamente era casi imposible revertir la afrenta que estaba sufriendo, pero en el proceso no estuvo lejos de dejar sin habla a los 150 simpatizantes que acompañaron a Platense en el Día del Padre, en el partido contra Argentinos, su ya clásico rival. Vale decir que Platense siempre estuvo arriba en el marcador. Al inicio, con ventajas de 5-2 y 10-6, se estaba viendo lo mejor del equipo en este campeonato: una defensa firme, con una marca rigurosa pero no excesiva que limitó las exclusiones, un arquero, Iván Quiroga, que con el transcurso de los minutos se convirtió en héroe, y un ataque posicional veloz, con muchas variantes, que supo encontrar con mucha eficiencia a Augusto Garófalo y Fernando Laya en los extremos o a Mariano Torea en el tiro a distancia. Lo que antes de comenzar el partido se podía suponer como un "vamos a tratar de hacerle partido" con el 14-8 del entretiempo se convirtió en un "jugando así, no se nos puede escapar". ¿Seguiría así la historia en el complemento? Y sí, porque esos 15 iniciales fueron lo mejor de Platense en mucho tiempo, porque con un parcial de 10-4 obligó al tan respetado rival, el equipo más goleador del torneo, a pedir minuto con Platense arriba 24-12 en búsqueda de respuestas para evitar una vergüenza mayor. La respuesta, precisamente, fue una marca personal en toda la cancha. En los dos minutos siguientes, hasta faltando 11, la táctica no dio resultado, y sólo se repartieron goles, 26-14. El minuto pedido luego por Platense sólo le dio mayores energías a Argentinos. Platense, con un equipo corto y ya con muchos minutos en cancha, se vio envuelto en una maraña de cruces, manotazos y mucha presión que le provocaron una pérdida tras otra. De pronto, el que estaba cerca de la parca estaba resucitando con un gol tras otro en apenas segundos. El partido ya era otro. La diferencia se había acortado a 4 goles a falta de 5 minutos. En ese momento de máxima tensión, dos cosas ocurrieron. Tomás Persuh reemplazó a Quiroga y tapó tres disparos de gol que comenzaron a frustrar el impulso de Argentinos. Al mismo tiempo, mientras la defensa de Platense ya no podía contener la renovada potencia y velocidad del rival, el junior recién ingresado Sean Corning anticipó una pelota clave en defensa y coronó en gol una de las corridas más dramáticas que se recuerden. Nunca lo sabremos, pero si el extremo no robaba y convertía en ese momento crítico del partido el resultado bien podría haber sido otro. A partir de allí, Argentinos pareció rendirse ante Platense, sabiendo no sólo que había pagado cara su derrota sino también que por mucho que hiciera la ventaja era indescontable luego de casi todo un partido en el que este Platense que está luchando por no descender le diera una lección de cómo se defiende y ataca en handball. Final entonces de 30 a 26 para Platense, en un partido que va a ser difícil de olvidar. Lejos de confirmar que Se salvó del repechaje, a Platense le restan dos compromisos frente a contendientes directos en la lucha por escapar de la promoción. Pero el primer paso ya lo dió. Y ante el rival más calificado. El clásico volvió a Vicente López

martes, 26 de mayo de 2015

Lecciones para crecer a partir de un 3-0

El grito atronador de “Dale Marrón, Dale Marrón…” empezó a escucharse en la cabecera. Faltaba sólo un minuto para el final y los Cadetes de Platense estaban a punto de derrotar a un rival, el clásico de añares, Argentinos Juniors,  que no le había dado tregua en un partido sencillamente tremendo. Con el 22-20 consumado, lo que pocos esperaban era que ese canto que salía del corazón, como muestra de respaldo para los chicos que se brindaron todo en la cancha, se iba a repetir dos veces más. Porque los Juveniles ganaron su primer partido de la temporada y luego los Juniors bajaron al puntero invicto, con lo que coronaron un 3-0 histórico frente a un rival con el que cada victoria vale doble.


Los Juniors defienden la ventaja con la mirada atenta de Iván Quiroga en el arco



La tarde empezó, entonces, con una victoria muy trabajada y sufrida hasta el final de los Cadetes. Luego de un primer tiempo desfavorable 12-10, Platense optó por la marca personal al mejor jugador de la cancha, Ramiro Lazarte (10 goles). Y en esa tarea, Federico Miseo tuvo su mejor partido del año. No sólo porque logró bloquearlo hasta la exasperación, sino porque ello ayudó a que Argentinos perdiera juego y sorpresa en ataque, dejando una conducción que no logró armar una superioridad frente a la estricta defensa de Platense. En el otro extremo, Argentinos optó por una defensa personal a los mejores lanzadores, Aaron Bianchini y Juan Rostán (5 goles). Esta situación, paradójicamente, resultó beneficiosa para Platense, porque en el 4 contra 4 el calamar encontró los espacios para penetrar con mayor facilidad. Así fue que Juan Cruz Sánchez (5 goles) definió una y otra vez entre los centrales, al igual que Matías Nikitiuk desde la posición de pivot e incluso Nahuel Gutiérrez desde el extremo derecho. Pero la “perla” fue Miseo: luego de fallar dos envíos consecutivos, el “sombrerito” se convirtió en recurso y en tres ataques consecutivos dejó desairado al arquero visitante. Gran segundo tiempo de los Cadetes, que mantienen su invicto con 5 victorias y dos empates y en una posición expectante entre el lote de punteros.



Tomás Otamendi sella con un contragolpe el 30-26 de Juveniles

Los Juveniles, en tanto, llegaban a este partido en la última ubicación, sin empates ni victorias, pero con una actitud mucho más positiva luego de la derrota por sólo dos goles frente a Defensa y Justicia en la fecha anterior. Antes del partido había un clima en el aire de que éste era el partido de la recuperación. Y así fue. Platense fue gestando su triunfo con una tarea prolija en defensa y versátil en ataque. En los primeros 15 minutos, cuatro bombazos de Tomás Otamendi desde 9 metros mantuvieron a Platense gol a gol. Cuando lo tomaron en defensa personal desde los 20 minutos hasta el final del partido, afloraron las otras virtudes del equipo que, en las primeras fechas del torneo, estaban conservadas en estado latente: combinaciones de ataque con el pivot (Andrés Naddeo, con movilidad y alta efectividad), espacios para el extremo Nicolás Denacimiento y penetraciones y contras con Federico Ladrón de Guevara. Lo mejor se vivió en el segundo tiempo, luego del 16-13 de la etapa inicial: a la personal a Otamendi se sumó la que le hicieron a Ladrón de Guevara. Y ocurrió lo mismo que con Cadetes:  comenzaron a aparecer espacios que Roberto Lanziano se encargó de conducir con soltura y que siempre encontraron a Felipe Parano (6 goles) en el extremo izquierdo para convertir y estirar la ventaja hasta un 27-21 a falta de 11 minutos. En ese momento, Argentinos, perdido por perdido, forzó el partido en ataque, y con dos contras sucesivas y una defensa más rigurosa se acercó a un peligroso 27-25. Sin embargo, Juan Rostán, con la ayuda de un rebote en la espalda del arquero y Lanziano con un envío suave pero de pique al piso al segundo palo estiraron las ventajas y animaron al segundo “Dale Marrón” de la tarde. Final de 30-26 y primera victoria para los Juveniles de Platense.


Alejo Bruera penetra entre 1 y 2 y convierte uno de sus ocho goles

Con la tranquilidad de ya haber ganado la tira por los puntos, los Juniors se enfrentaban al cierre de la tarde al equipo sensación del torneo, invicto en 6 partidos y una intimidante diferencia de gol de +60. El comienzo fue de alto nivel en ambos equipos. Platense con ataques más fijos y con jugadas más preparadas,  Argentinos con una rapidez y velocidad que abrumaban a la defensa calamar. Se prestaron el liderazgo en el marcador hasta los últimos diez minutos del primer tiempo cuando Platense sacó ventaja de 14 a 12, y fue siempre arriba en  el marcador y el juego hasta el 17-14 del entretiempo. En el complemento Platense empezó a irse en el tablero, comandado y ordenado por Alejo Bruera (8 goles) y apoyado en el tiro de Hernán Meza. La alternancia de los pivots Matias López y Eduardo Ladrón de Guevara, hizo que se pudiesen explotar bien los extremos Sean Corning y Rodrigo Ladrón de Guevara, luego bien reemplazado por Mauro Croitoru. En algún momento Platense tuvo una complicación con la salida de Bruera, por exclusión definitiva. Pero aparecieron los tiros de Augusto Garófalo (9 goles) y la “muralla” Iván Quiroga en el arco. Con esos condimentos, Platense optó por el control del partido, con más posesión del balón e inteligencia en el manejo. Esta vez, una más en la tarde en Cedem, el orgullo y la emoción calamares estallaron en la tribuna, aunque unos cuantos minutos antes del 34-27 final , porque se veía venir que la victoria y el 3-0 categórico ya eran una realidad.

Como conclusión, una gran jornada para Platense Handball que derrotó sin miramientos a quien marchaba en la tercera ubicación en la tabla general. Platense ahora mejorará su décima colocación. Aunque lo más importante son las lecciones que este resultado nos deja y que están más allá de los números de cara a lo que resta del torneo. Lo que nos queda es el temple que mostraron los Cadetes para cerrar favorablemente los partidos cerrados, la convicción de los Juveniles de que muchos partidos dependen de sí mismos y que se puede ganar a pesar de tener un equipo muy distinto al del año pasado, y finalmente la consolidación de los Juniors como uno de los principales animadores del torneo, con grandes jugadores que vamos a extrañar el año que viene cuando pasen a Mayores.



Colaboración de Marcelo Horacio Bruera Vidal