martes, 26 de mayo de 2015

Lecciones para crecer a partir de un 3-0

El grito atronador de “Dale Marrón, Dale Marrón…” empezó a escucharse en la cabecera. Faltaba sólo un minuto para el final y los Cadetes de Platense estaban a punto de derrotar a un rival, el clásico de añares, Argentinos Juniors,  que no le había dado tregua en un partido sencillamente tremendo. Con el 22-20 consumado, lo que pocos esperaban era que ese canto que salía del corazón, como muestra de respaldo para los chicos que se brindaron todo en la cancha, se iba a repetir dos veces más. Porque los Juveniles ganaron su primer partido de la temporada y luego los Juniors bajaron al puntero invicto, con lo que coronaron un 3-0 histórico frente a un rival con el que cada victoria vale doble.


Los Juniors defienden la ventaja con la mirada atenta de Iván Quiroga en el arco



La tarde empezó, entonces, con una victoria muy trabajada y sufrida hasta el final de los Cadetes. Luego de un primer tiempo desfavorable 12-10, Platense optó por la marca personal al mejor jugador de la cancha, Ramiro Lazarte (10 goles). Y en esa tarea, Federico Miseo tuvo su mejor partido del año. No sólo porque logró bloquearlo hasta la exasperación, sino porque ello ayudó a que Argentinos perdiera juego y sorpresa en ataque, dejando una conducción que no logró armar una superioridad frente a la estricta defensa de Platense. En el otro extremo, Argentinos optó por una defensa personal a los mejores lanzadores, Aaron Bianchini y Juan Rostán (5 goles). Esta situación, paradójicamente, resultó beneficiosa para Platense, porque en el 4 contra 4 el calamar encontró los espacios para penetrar con mayor facilidad. Así fue que Juan Cruz Sánchez (5 goles) definió una y otra vez entre los centrales, al igual que Matías Nikitiuk desde la posición de pivot e incluso Nahuel Gutiérrez desde el extremo derecho. Pero la “perla” fue Miseo: luego de fallar dos envíos consecutivos, el “sombrerito” se convirtió en recurso y en tres ataques consecutivos dejó desairado al arquero visitante. Gran segundo tiempo de los Cadetes, que mantienen su invicto con 5 victorias y dos empates y en una posición expectante entre el lote de punteros.



Tomás Otamendi sella con un contragolpe el 30-26 de Juveniles

Los Juveniles, en tanto, llegaban a este partido en la última ubicación, sin empates ni victorias, pero con una actitud mucho más positiva luego de la derrota por sólo dos goles frente a Defensa y Justicia en la fecha anterior. Antes del partido había un clima en el aire de que éste era el partido de la recuperación. Y así fue. Platense fue gestando su triunfo con una tarea prolija en defensa y versátil en ataque. En los primeros 15 minutos, cuatro bombazos de Tomás Otamendi desde 9 metros mantuvieron a Platense gol a gol. Cuando lo tomaron en defensa personal desde los 20 minutos hasta el final del partido, afloraron las otras virtudes del equipo que, en las primeras fechas del torneo, estaban conservadas en estado latente: combinaciones de ataque con el pivot (Andrés Naddeo, con movilidad y alta efectividad), espacios para el extremo Nicolás Denacimiento y penetraciones y contras con Federico Ladrón de Guevara. Lo mejor se vivió en el segundo tiempo, luego del 16-13 de la etapa inicial: a la personal a Otamendi se sumó la que le hicieron a Ladrón de Guevara. Y ocurrió lo mismo que con Cadetes:  comenzaron a aparecer espacios que Roberto Lanziano se encargó de conducir con soltura y que siempre encontraron a Felipe Parano (6 goles) en el extremo izquierdo para convertir y estirar la ventaja hasta un 27-21 a falta de 11 minutos. En ese momento, Argentinos, perdido por perdido, forzó el partido en ataque, y con dos contras sucesivas y una defensa más rigurosa se acercó a un peligroso 27-25. Sin embargo, Juan Rostán, con la ayuda de un rebote en la espalda del arquero y Lanziano con un envío suave pero de pique al piso al segundo palo estiraron las ventajas y animaron al segundo “Dale Marrón” de la tarde. Final de 30-26 y primera victoria para los Juveniles de Platense.


Alejo Bruera penetra entre 1 y 2 y convierte uno de sus ocho goles

Con la tranquilidad de ya haber ganado la tira por los puntos, los Juniors se enfrentaban al cierre de la tarde al equipo sensación del torneo, invicto en 6 partidos y una intimidante diferencia de gol de +60. El comienzo fue de alto nivel en ambos equipos. Platense con ataques más fijos y con jugadas más preparadas,  Argentinos con una rapidez y velocidad que abrumaban a la defensa calamar. Se prestaron el liderazgo en el marcador hasta los últimos diez minutos del primer tiempo cuando Platense sacó ventaja de 14 a 12, y fue siempre arriba en  el marcador y el juego hasta el 17-14 del entretiempo. En el complemento Platense empezó a irse en el tablero, comandado y ordenado por Alejo Bruera (8 goles) y apoyado en el tiro de Hernán Meza. La alternancia de los pivots Matias López y Eduardo Ladrón de Guevara, hizo que se pudiesen explotar bien los extremos Sean Corning y Rodrigo Ladrón de Guevara, luego bien reemplazado por Mauro Croitoru. En algún momento Platense tuvo una complicación con la salida de Bruera, por exclusión definitiva. Pero aparecieron los tiros de Augusto Garófalo (9 goles) y la “muralla” Iván Quiroga en el arco. Con esos condimentos, Platense optó por el control del partido, con más posesión del balón e inteligencia en el manejo. Esta vez, una más en la tarde en Cedem, el orgullo y la emoción calamares estallaron en la tribuna, aunque unos cuantos minutos antes del 34-27 final , porque se veía venir que la victoria y el 3-0 categórico ya eran una realidad.

Como conclusión, una gran jornada para Platense Handball que derrotó sin miramientos a quien marchaba en la tercera ubicación en la tabla general. Platense ahora mejorará su décima colocación. Aunque lo más importante son las lecciones que este resultado nos deja y que están más allá de los números de cara a lo que resta del torneo. Lo que nos queda es el temple que mostraron los Cadetes para cerrar favorablemente los partidos cerrados, la convicción de los Juveniles de que muchos partidos dependen de sí mismos y que se puede ganar a pesar de tener un equipo muy distinto al del año pasado, y finalmente la consolidación de los Juniors como uno de los principales animadores del torneo, con grandes jugadores que vamos a extrañar el año que viene cuando pasen a Mayores.



Colaboración de Marcelo Horacio Bruera Vidal

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