El
grito atronador de “Dale Marrón, Dale
Marrón…” empezó a escucharse en la cabecera. Faltaba sólo un minuto para el
final y los Cadetes de Platense estaban a punto de derrotar a
un rival, el clásico de añares, Argentinos Juniors, que no le había dado tregua en un partido
sencillamente tremendo. Con el 22-20 consumado, lo que pocos esperaban era que
ese canto que salía del corazón, como muestra de respaldo para los chicos que
se brindaron todo en la cancha, se iba a repetir dos veces más. Porque los Juveniles ganaron su primer partido de
la temporada y luego los Juniors bajaron al puntero invicto, con lo que coronaron un
3-0 histórico frente a un rival con el que cada victoria vale doble.
La
tarde empezó, entonces, con una victoria muy trabajada y sufrida hasta el final
de los Cadetes. Luego de un primer
tiempo desfavorable 12-10, Platense
optó por la marca personal al mejor jugador de la cancha, Ramiro Lazarte (10
goles). Y en esa tarea, Federico Miseo tuvo su mejor partido del año. No sólo
porque logró bloquearlo hasta la exasperación, sino porque ello ayudó a que
Argentinos perdiera juego y sorpresa en ataque, dejando una conducción que no
logró armar una superioridad frente a la
estricta defensa de Platense. En el
otro extremo, Argentinos optó por una defensa personal a los mejores
lanzadores, Aaron Bianchini y Juan Rostán (5 goles). Esta situación, paradójicamente, resultó
beneficiosa para Platense, porque en
el 4 contra 4 el calamar encontró los espacios para penetrar con mayor facilidad.
Así fue que Juan Cruz Sánchez (5 goles) definió una y otra vez entre los
centrales, al igual que Matías Nikitiuk desde la posición de pivot e incluso
Nahuel Gutiérrez desde el extremo derecho. Pero la “perla” fue Miseo: luego de
fallar dos envíos consecutivos, el “sombrerito” se convirtió en recurso y en
tres ataques consecutivos dejó desairado al arquero visitante. Gran segundo
tiempo de los Cadetes, que mantienen
su invicto con 5 victorias y dos empates y en una posición expectante entre el
lote de punteros.
Tomás Otamendi sella con un contragolpe el 30-26 de Juveniles |
Los Juveniles, en tanto, llegaban a este
partido en la última ubicación, sin empates ni victorias, pero con una actitud
mucho más positiva luego de la derrota por sólo dos goles frente a Defensa y
Justicia en la fecha anterior. Antes del partido había un clima en el aire de
que éste era el partido de la recuperación. Y así fue. Platense fue gestando su triunfo con una tarea prolija en defensa
y versátil en ataque. En los primeros 15 minutos, cuatro bombazos de Tomás
Otamendi desde 9 metros mantuvieron a Platense
gol a gol. Cuando lo tomaron en defensa personal desde los 20 minutos hasta el
final del partido, afloraron las otras virtudes del equipo que, en las primeras
fechas del torneo, estaban conservadas en estado latente: combinaciones de
ataque con el pivot (Andrés Naddeo, con movilidad y alta efectividad), espacios
para el extremo Nicolás Denacimiento y penetraciones y contras con Federico
Ladrón de Guevara. Lo mejor se vivió en el segundo tiempo, luego del 16-13 de
la etapa inicial: a la personal a Otamendi se sumó la que le hicieron a Ladrón
de Guevara. Y ocurrió lo mismo que con Cadetes: comenzaron a aparecer espacios que Roberto
Lanziano se encargó de conducir con soltura y que siempre encontraron a Felipe
Parano (6 goles) en el extremo izquierdo para convertir y estirar la ventaja
hasta un 27-21 a falta de 11 minutos. En ese momento, Argentinos, perdido por
perdido, forzó el partido en ataque, y con dos contras sucesivas y una defensa
más rigurosa se acercó a un peligroso 27-25. Sin embargo, Juan Rostán, con la
ayuda de un rebote en la espalda del arquero y Lanziano con un envío suave pero de
pique al piso al segundo palo estiraron las ventajas y animaron al segundo “Dale Marrón” de la tarde. Final de
30-26 y primera victoria para los Juveniles
de Platense.
Alejo Bruera penetra entre 1 y 2 y convierte uno de sus ocho goles |
Con
la tranquilidad de ya haber ganado la tira por los puntos, los Juniors se enfrentaban al cierre de la
tarde al equipo sensación del torneo, invicto en 6 partidos y una intimidante diferencia
de gol de +60. El comienzo fue de alto nivel en ambos
equipos. Platense con ataques más
fijos y con jugadas más preparadas, Argentinos
con una rapidez y velocidad que abrumaban a la defensa calamar. Se prestaron el
liderazgo en el marcador hasta los últimos diez minutos del primer tiempo
cuando Platense sacó ventaja de 14 a
12, y fue siempre arriba en el marcador y el juego hasta el 17-14 del
entretiempo. En el complemento Platense empezó a
irse en el tablero, comandado y ordenado por Alejo Bruera (8 goles) y apoyado en el tiro de Hernán Meza. La alternancia de los pivots Matias López y
Eduardo Ladrón de Guevara, hizo que se pudiesen explotar bien los extremos Sean
Corning y Rodrigo Ladrón de Guevara, luego bien reemplazado por Mauro Croitoru.
En algún momento Platense tuvo una
complicación con la salida de Bruera, por exclusión definitiva. Pero
aparecieron los tiros de Augusto Garófalo (9 goles) y la “muralla” Iván Quiroga
en el arco. Con esos condimentos, Platense
optó por el control del partido, con más posesión del balón e inteligencia en
el manejo. Esta vez, una más en la tarde en Cedem, el orgullo y la emoción calamares
estallaron en la tribuna, aunque unos cuantos minutos antes del 34-27 final ,
porque se veía venir que la victoria y el 3-0 categórico ya eran una realidad.
Como conclusión, una gran
jornada para Platense Handball que derrotó
sin miramientos a quien marchaba en la tercera ubicación en la tabla general. Platense ahora mejorará su décima
colocación. Aunque lo más importante son las lecciones que este resultado nos deja y que están más allá de los números de cara a lo
que resta del torneo. Lo que nos queda es el temple que mostraron los Cadetes para cerrar favorablemente los
partidos cerrados, la convicción de los Juveniles
de que muchos partidos dependen de sí mismos y que se puede ganar a pesar de
tener un equipo muy distinto al del año pasado, y finalmente la consolidación
de los Juniors como uno de los
principales animadores del torneo, con grandes jugadores que vamos a extrañar
el año que viene cuando pasen a Mayores.
Colaboración
de Marcelo Horacio Bruera Vidal