El técnico de cadetes y juveniles caballeros y además jugador de primera, Ignacio "El Duro" D'asero, nos cuenta como vio los primeros seis meses de estas categorías y hace un balance de esta mitad inicial del año. Estas son sus palabras:
El Duro D'asero |
La primera mitad del año para los equipos de las Categorías Cadetes y Juveniles fue una etapa de crecimiento en varios planos que recorreremos a continuación.
Hemos concebido equipos que a medida que avanzan en su aprendizaje deportivo, caminan también un trayecto de instrucción grupal, donde la consigna principal es aprender a jugar con otros, aportando lo mejor de cada uno.
Así, iniciamos el año con una pretemporada en la que se trabajó fuertemente en aspectos de técnica individual para ir incorporando cuestiones de juego asociado, tanto en el ataque como en defensa.
Al comenzar el torneo, se reforzaron las áreas consideradas vitales para la concreción de objetivos deportivos, además de la alegría del juego en sí mismo y la posibilidad de crecer junto a los compañeros del equipo.
En virtud del crecimiento en el ataque posicional, tanto Cadetes como Juveniles incorporaron movimientos sistemáticos para abrir el juego y las oportunidades de todos los jugadores de colaborar hacia la meta final, el gol.
En función de la defensa y la recuperación del balón, las posiciones defensivas fueron revisadas y los conceptos fundamentales de toma y ayuda defensiva se intensificaron con el correr de entrenamientos y partidos. También, el sistema defensivo hacia posiciones más acordes a las virtudes de ambos equipos fue modificado partido tras partido, hasta llegar a un cambio actitudinal y de rendimiento muy positivo, especialmente en la Categoría Juveniles.
Dijimos al inicio que el aprendizaje discurrió en varios planos. Hasta aquí, el deportivo. Ahora, el grupal – social.
En la Categoría Cadetes, el compromiso de los jugadores fue instantáneo. Desde un principio, los entrenamientos fueron nutridos y de excelente ánimo. El grupo está conformado mayoritariamente por jugadores que transcurren su primer año en la categoría, con ganas de crecer y una alegría que trasunta todas sus acciones. Las incorporaciones fueron un puntal en la construcción de este grupo. Cada uno aportó lo suyo.
Sean, Manuel, Santiago, Rodrigo, Tiago, Luis, Lautaro, Jerónimo, Juan Manuel y Sebastián; son un equipo en permanente crecimiento que nos depara alegrías por doquier a todo Platense Handball.
En la Categoría Juveniles, el crecimiento grupal fue muy notorio. De los primeros, pocos y distraídos, jugadores que iniciaron el año; hoy podemos hablar de un sólido equipo, comprometido firmemente con el club y el juego, con vínculos que están fortaleciéndose día a día y que ya dependerá de ellos poder seguir creciendo, para incorporar positivamente todo lo que son capaces de aprender.
Lucas, Eduardo, Francisco, Alejo, Hernán, Juan Cruz, Franco, Adrián, Augusto, Juan Pablo y Alan; conforman un equipo de sólidas raíces que podrán incorporar las virtudes que se propongan en cuanto al juego, compuesto de muchachos de virtudes humanas que destilarán en estos años donde se transformarán en jugadores mayores.
Luego de este recorrido, volvemos al título en el que propugnamos que jugamos para aprender, al tiempo que aprendemos para jugar. El Handball es un deporte que nos agrupa, nos convoca, nos apasiona; el deporte implica jugar y para jugar necesito encontrarme con otros jugadores; para encontrarme debo desarrollar habilidades de encuentro, poder ser junto a otros. En esta tónica, pensamos que el jugador es, ante todo, persona; entonces, crecer como persona habilita a crecer como jugador y recíprocamente, al crecer como jugador se debe crecer como persona. En esto trabaja el equipo técnico de Platense, para el desarrollo de sentimientos y habilidades que compongan a buenos jugadores y buenas personas a la par.
Muchas gracias Duro!
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