Ante el insistente pedido de varios jugadores de juniors la crónica del ultimo partido vs Defensa y Justicia, nos contactamos con Patricio Caruso, colaborador de esta pagina y primera linea del equipo junior, para que nos relate el partido. Estas son sus palabras:
Desde el comienzo, nuestro 6-0 defensivo se mostró sólido, mientras los ataques brillaban por su ausencia. Cruces que no encontraban receptor, lanzamientos que no asustaban al arquero. Una vez más la defensa nos mantuvo a tiro en el marcador durante los primeros 15 minutos de juego, en muchos casos, brindando la llegada al gol mediante salidas de contragolpe.
Casi trazado en proporción directa con el funcionamiento defensivo, nuestro arquero (Tomás Persuh) empezaba a avisar que se encontraba en un buen día, con mucha habilidad para detener los lanzamientos de 9 metros, y ser el primer asistidor en las salidas rápidas.
Con algunas rotaciones en el esquema ofensivo, nuestra primera línea encontraba el camino atacando las espaldas del avanzado y resolviendo bien las situaciones de 2 vs 2 en el centro de la defensa. La efectividad en los lanzamientos desde el armado izquierdo, nos daban una leve ventaja de 3 goles finalizando la primer mitad.
Defensa y Justicia luchaba por meterse en un podio, en tanto nosotros, diezmados en cantidad de jugadores y entrenamientos, supimos aprovechar la tranquilidad de un equipo ya relegado en el fondo de la tabla.
Dos laterales bien rápidos y verticales, muy asociados con el pivote, amigados con los lanzamientos exteriores; un central con buen traslado de pelota, aportándole agilidad al ataque y wines que sorprendían con sus desdobles, eran altamente rentables en el comienzo del segundo tiempo.
Pareciera que se hubieran invertido los roles defensa-ataque, puesto que cambiábamos gol por gol. El único fundamento defensivo que encontrábamos eran las recurrentes apariciones de nuestro arquero, que nuevamente nos mostraba el camino.
El cierre del partido se acercaba, con la defensa calamar desconcertada, el local supo aprovechar su superioridad numérica en cancha para igualar el marcador. Tal como si hubiera pedido minuto, nuestro director técnico aprovecho el paráte del partido para reordenar la defensa y refrescar las ideas ofensivas.
La presión de ganar, se ubicaba en el equipo local y no tardó en surtir efecto. Más que cómodos con la situación, los ataques largos con circulaciones, transformando el esquema en 4-2 terminaban en gol a manos de nuestro lateral izquierdo (Andrés Coles). A falta de 3 minutos, los de varela no se dieron por vencidos y llegaban al gol con penetraciones rápidas.
La escaza rotación, le jugó una mala pasada a nuestro equipo que tuvo que recurrir al ‘tiempo muerto’, solicitado por nuestro entrenador para enfriar el juego, un gol por delante en el tanteador. Con muchas artimañas ofensivas, llevando la definición hasta el último momento, encontramos diferencia de dos y una exitosa defensa que nos dio la oportunidad de sentenciar el juego en un 25-23 final.
Quien piense que el factor psicológico no es determinante en el deporte, debió haber presenciado el partido. Sin dudas, la extrema tranquilidad por enfrentarse con un equipo, a priori, superior y sin chances de clasificar, fueron factores decisivos. Rendimientos individuales, de los mejores del torneo despegaron a nuestro equipo del lote de cola en la tabla. Saberse despojado de todo compromiso por la victoria, hizo que el partido tome un tinte de hazaña. Incluso terminado el primer tiempo, las consecuencias en el marcador eran altamente positivas en contraste con las expectativas que nos llevaron a Florencio Varela.
Lo mejor:
-Andrés Coles demostró que le sienta bien la cancha, volviéndose intratable para la defensa. Llegando a los 6 metros y lanzando desde 9, dejó pagando a los locales en el correr de todo el partido.
-Tomás Persuh por primera vez en la temporada, pudo sostener un alto rendimiento, que supo mostrar anteriormente de a momentos. Todo el segundo tiempo, impuso su presencia en el arco, incluso generando lanzamientos que solo encontraron la pared del gimnasio.
Lo peor:
-La falta de coordinación ofensiva estuvo presente los 60 minutos, regalando sobremanera muchas pelotas en el ataque. Pases sin rumbo, robos de balón poco sorpresivos; nunca se presentaron situaciones de ataque continuo.
-La cantidad de ausentes: por lesión, estudio u otras variables, nos presentamos con un equipo reducido a la mitad. Por este factor, los 6 juniors vieron cancha durante los 60 minutos otorgando ventajas al equipo local.
La sorpresa:
-Santiago Creatore supo sostener un buen rendimiento durante todo el partido fuera de su posición habitual. Encontrando la pelota en ataque, generando espacios para sus compañeros desde el pivote y efectuando buenas apariciones defensivas.
Muchas gracias Patricio
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