Y sí:
la Primera Caballeros de Platense se
aseguró el cuarto puesto en la Reclasificación por el Ascenso a la Liga y de
esa manera, a una fecha del final del torneo, coronó la mejor temporada desde
que el handball desembarcó en Platense.
Muchos
recordamos la lucha de los últimos años jugando el repechaje en el Clausura
para no descender de categoría. El contraste con este año ha sido brutal: a
pesar del cambio de entrenador a mitad de año, el ingreso de nuevos jugadores,
la llegada del gran Lucas Cruz, los minutos de los Juniors desde el banco y el
gran año de los arqueros fueron la clave para cerrar un año inolvidable para Platense Handball. Pero no sólo fue la
mayor cantidad y calidad de nuevos jugadores los que explican esta campaña. La
explicación pasa porque pudieron y supieron plasmar, en muchos pasajes del año,
un juego consolidado, basado en un armado criterioso, un contragolpe que pocas
veces falló y una agresividad en defensa que era absolutamente necesaria.
Algo
de todo ello se vio la última fecha en la visita a AA Quilmes B. Platense llegó al Sur con el simple objetivo
de jugar, ya sin presiones por la
ilusión del Ascenso. Así fue que en el primer tiempo luego de ir debajo en el
marcador en casi todo momento, la decisión del entrenador fue rotar al equipo metiendo
mucho banco. La estrategia finalmente fue correcta: el primer tiempo terminó
igualado en 12. Ya en el segundo, con un trámite más cerrado, gol a gol, se
llegó al último minuto igualados en 23 y posesión para Quilmes. Pérdida de
balón, contragolpe y diferencia para Platense,
que luego aumentó a través de Lucas Cruz en el medio de la desesperación del local
que veía cómo se escapaba una de las últimas chances de cosechar la primera
victoria en el torneo. Final 25-23 para Platense,
pero, por sobre todas las cosas, la gran satisfacción de todo el plantel de que
redondearon un gran año, de principio a fin.
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