lunes, 7 de julio de 2014

Para gozar hay que sufrir

Si de sufrir se trata, y bien lo saben los hinchas futboleros del Calamar, la Primera Caballeros de Platense debe encabezar la tabla de los equipos "sufrientes". El último domingo pasó sin escalas de una actuación inolvidable a penar mirando el segundero que con su ritmo cansino no se apuraba en llegar a cero. Pero finalmente Platense ganó un partido absolutamente clave para consolidar sus chances de permanencia en la categoría durante 2014, con su 24-23 sobre SAG V. Ballester B. La buena noticia es que ahora depende de sí mismo para lograr su objetivo, porque, a una fecha del final del torneo Apertura, su contendiente por ocupar la última plaza de los puestos de repechaje, Municipalidad de San Miguel, cayó en su compromiso frente a A.A.Quilmes B y ahora Platense lo aventaja por un punto.

El primer tiempo de Platense fue sencillamente fantástico. Sin cambios en el sexteto titular durante toda la etapa, con la excepción de un cambio defensa-ataque, y un 6-0 aguerrido en defensa, los primeros minutos se fueron en error tras error, con sucesivas pérdidas de pelota en ambos bandos, invasiones de área, infracciones y tiros desviados. De a poco, César Rasgido logró consolidar su juego agresivo al encontrar especialmente a los extremos, ambos reaparecidos por lesiones y enfermedades quienes, al cabo, serían los grandes responsables del goleo calamar: Matías Sánchez Montero (goleador, 7 tantos) y Augusto Garófalo (5).

Luego del descanso, con un muy favorable 13-8, se vio lo mejor de Platense que aprovechó con eficacia cada descuido y desconcentración de SAG, con un Fernando Laya lúcido en contragolpe y una defensa que frustraba constantemente las penetraciones de la visita. El minuto pedido por Ballester con un Platense en su esplendor, 21-10 arriba a falta de 22 minutos, no suponía que a partir de ese momento Platense se fuera a secar en ataque, ni que SAG comenzara a articular en ataque todo lo que había podido lograr hasta ese momento. 

Pero eso fue exactamente lo que ocurrió. SAG comenzó a encontrar a su pivot, sus lanzadores lastimaron por izquierda y el extremo derecho dejó de fallar. En el otra área, los ataques lentos de Platense terminaron indefectiblemente lejos de los palos, o en el cuerpo del arquero, que comenzó a atajar todo lo que le tiraron. Así se pasó a un 22-17 restando 10 minutos y luego a un 23-20 a falta de interminables 6 minutos. Cuando SAG se colocó a un solo gol, Augusto Garófalo desde el wing derecho, castigó con un sombrero al arquero que había recibido sólo dos goles en los últimos 20 minutos, en lo que fue el gol más festejado de toda la noche. Esos dos minutos finales fueron un infierno. No sólo porque Platense equivocó su salida luego de una pelota recuperada a falta de 50 segundos, sino que luego del descuento de SAG Platense desperdició su ataque con 17 segundos para jugar. 

Esos 17 segundos finales, increíblemente, fueron quizás los mejores instantes jugados por Platense en todo el partido: gran actitud para defender en avanzado al hombre que tenía la pelota y dos faltas sucesivas para que el reloj se extinguiera hacia un tiro libre final que lejos estuvo de molestar a Miguel Herrera en el arco.

Final y triunfo de Platense, en esos partidos en que hay que rescatar lo positivo, el triunfo, y aprender de los errores y capitalizar los aciertos de cara al último compromiso del torneo, en el que no se puede fallar. Hay que ganar en la última fecha para no depender de otros resultados y lograr lo que, hasta hace dos fechas solamente, estaba más cercano a una utopía que a una realidad. 

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