Siempre
es bueno empezar con el pie derecho, más en un torneo en donde hay una
posibilidad de ascenso en juego. A pesar de que la Primera Damas de Platense
tenga otros objetivos en puerta, como conformar un equipo sólido, estructurado
y con un estilo propio, las ganas de superarse nunca faltan y es por ello que
el conjunto de Saavedra salió con aires de triunfador a la cancha y venció a un UNLU por ocho tantos de
diferencia.
Todo
pronosticaba un encuentro parejo. Si bien las Ballenas derrotaron a UNLU en el torneo pasado, son dos equipos de
iguales posibilidades. De a poco el Calamar va encontrando el camino y su
ataque ofrece diversas variantes ofensivas, al mismo tiempo que respuestas a
los obstáculos que se les presentan. No es cosa menor a resaltar, ya que es un
plantel en donde los pequeños errores causaron varias derrotas y frustaciones.
Se puede decir que el desempeño de Platense en la fecha inicial tuvo dos
caras: las Ballenas arrasaron en los
primeros 30 minutos (16-4) y bajaron la marcha en el segundo tiempo. Tal es
así, que la constancia es algo fundamental para seguir trabajando pero la buena
conexión de la primera línea aseguró que sea todo un desafío para las
visitantes revertir la situación y obtener el timón del partido.
El gran
trabajo de la Junior Gisella Alessandrini bajo los tres palos brindó motivación
a sus compañeras para desplegar un juego aguerrido y sin resbalones. La
armadora izquierda, Bárbara Berard brilló, se lució y en más de una ocasión
hizo temblar la red del rival, junto a Eugenia Sánchez y Antonella Straccia, ya
conocidas por sus grandes aptitudes. Otro de los puntos a favor, fue que las
locales respondieron prudentemente a su nuevo esquema defensivo y este tipo de
partidos le sirve para optimizar las herramientas de juego que poco a poco van
sumando a su formación.
Como
mencionamos anteriormente, el segundo tiempo mostró la parte más pobre del
encuentro. Platense, ya sea por
desgaste o por exceso de confianza, mermó en cuanto a ritmo y concentración, y
los baches en defensa, ahora sí, empezaron a ser más notorios. UNLU rotó hasta
encontrar la formación que empezó a dañar a Platense, no solo anotando goles, sino también trabando por más de
15 minutos el juego de las Ballenas,
suceso muy parecido a la última fecha contra Muñiz, en donde hubo un nivel
extremadamente distinto entre un tiempo y el otro.
Por fortuna para el Calamar el marcador cerró
en un resultado 25-17 y fue un partido en donde todas las jugadoras sumaron
minutos en cancha, algo verdaderamente positivo que foguea de a poco a todo el
plantel y prosigue con la idea de unión y perfeccionamiento individual. El sábado
23 de agosto se reanuda el torneo y Platense visitará a DEP.U.A.I – URQUIZA
para disputar la segunda fecha del Metro-Clausura.
Colaboración de Carolina Quinteros
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