Impecable victoria de Platense sobre Dorrego B por 32-27, que no sólo le da un poco del aire al equipo calamar al lograr la tercera victoria en ocho presentaciones, sino que mostró después de mucho tiempo una combinación en dosis justas de buen juego, voluntad de ganar y sacrificio.
Luego de una seguidilla de derrotas, algunas de ellas contundentes como el último compromiso con Municipalidad de San Miguel, un gran signo de interrogación se posaba sobre este equipo y sus probabilidades de conservar la categoría en este torneo Apertura. Lo que mostraron los muchachos en cambio fue una respuesta categórica de que Platense es de Primera.
Los primeros 15 minutos fueron mini rachas de 2-3 goles consecutivos por equipo. A los imparables de Iván Arnica en la visita, le sucedían los ingresos de Augusto Garófalo desde el extremo. Luego de un 8-6 inicial para Platense, el minuto pedido por Dorrego le resultó más útil al local que a la visita. Porque Platense terminó de construir un brillante primer tiempo con un 19-16 apoyado en una defensa 6-0 disciplinada y rigurosa (Nahuel Dacci fue sencillamente impasable), que sólo cedió ante la variedad del lateral izquierdo y alguna combinación con el pivot. Pero lo mejor estuvo en el ataque. Grandes combinaciones de Hernán Garbarino, César Rasgido y Lucas Gregori que prácticamente no fallaron en el disparo final.
Hubo algunos factores vitales para la victoria parcial, que se fue estirando a medida que transcurría la segunda etapa para arribar a un 30-20 a falta de 12 minutos: un muy bajo índice de pelotas perdidas en ataque, que derivaron en sólo dos contragolpes con el resultado definido; sólo dos exclusiones en todo el partido, eficaces salidas de contragolpe a cargo de Miguel Herrera desde el arco, y, una vez más, un extraordinario trabajo de Miguel, especialmente en los 20 iniciales de la etapa final cuando clausuró el arco y ayudó a que Rasgido y Gregori (glorioso gol tomando la pelota con una mano y tirando un revés al ángulo en plena caída) no dejaran de aumentar las diferencias.
Otra vez, gran partido de Platense, que jugó con una gran disciplina táctica a lo largo de todo el partido y que en los últimos 12 minutos hizo ingresar a toda la plantilla, de la que 9 jugadores se anotaron en la tabla goleadora. Los últimos minutos estuvieron de más. Le permitieron a Dorrego que acomodara un poco el marcador, pero fundamentalmente sirvieron para que los jugadores de Platense y su público disfruten de un triunfo esperado, necesario, y que resultó mucho más cómodo de lo que cualquiera esperaba.
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